Blogia
@MariaColomaMM

Los nuevos negocios en el Raval

A continuación mi participación en el libro “El comercio de los inmigrantes en el centro histórico de Barcelona en 2004”, autor: Pau Serra del Pozo.

Las peluquerías ubicadas en el Raval Sur y en el Raval, llevan establecidas en estos cuatro años. Cabe señalar que antes de ser locales destinados a la peluquería, eran locales vacíos o en su extensa mayoría bares.

Por  otra parte, las peluquerías que nos encontramos en el barrio de Sant Pere tienen más antigüedad. La que  menos lleva son ocho años  y la que más 84 años. Toda una vida, a pesar del tiempo, estas  peluquerías están en manos de inmigrantes. Cuya procedencia va de lugares como Santo Domingo y pasando por África, países como Senegal de religión musulmana y también  Argelia. Cabe destacar que uno de los países que más predominan son Pakistán ( cinco peluquerías) y Marruecos ( cuatro peluquerías) de religión musulmana.

Sólo dos peluquerías de las 20 que hay en esta zona son propiedad de españoles. Una de las cuales bajo la tutela de un marroquí que afirma no sentirse identificado con la religión.

La otra peluquería española, dice ser católica.

De las peluquerías diez son de religión musulmana, una evangélica y dos católicas, una de ellas de Santo Domingo.

Todos los empleados son  inmigrantes, a pesar de ser (en dos casos) negocios propiedad de españoles. El tipo de producto que ofrecen a nivel de estética y peluquería se adecua al tipo de público.

Los peinados y tendencias son diferentes a las que estamos acostumbrados los españoles. Peinados africanos, trenzas afro o peinados marroquí, destinado mayoritariamente a un público masculino. Once peluquerías destinadas a los hombres y nueve mixtas. Las marroquíes destinadas exclusivamente a hombres.

 Con un tipo de peinado predominante en todas, que es una especie de flequillo a modo de cresta sobre la frente.

16 de las  20 peluquerías sólo ofrecen servicio de peluquería, 4 también añaden a estos servicios: estética.

Una digna de hacer mención es aquella que en sus muebles incluía joyas a disponibilidad de los clientes.

 Diez peluquerías de estas, de religión musulmana tienen sólo un empleado.

Las dos españolas tienen dos trabajadores. Sólo hay dos peluquerías que tengan tres empleados, una de Senegal que son tres mujeres  y la otra con paquistanos.

 Así pues, refiriéndonos al sexo de los trabajadores, podríamos decir que en los negocios marroquíes y de Pakistán son hombres los que trabajan allí. Ninguna mujer.

 

Las mujeres que hay son de peluquerías de Santo Domingo, en las españolas  trabajan un hombre y un mujer, de la misma manera que en dos con gente de África.  Por lo tanto haríamos hincapié en la idea de que este tipo de establecimientos se destina a un público masculino.

 

 

 

Pese a estos datos, que nos podrían indicar que la religión ( musulmana) influye en la incorporación de la mujer al trabajo. Al preguntarlo  a los peluqueros musulmanes nos decían que no.

 

La educación

 

La dedicación a este tipo de negocios por parte de la gente que se encargaba es bastante larga. En el caso de la peluquería paquita y Serrano ( las dos españolas), llevaban 20 años y 34 años respectivamente.

En algunas, había gente incluso, que llevaba toda la vida trabajando como peluquero/a. Pero nos llamó la atención particularmente el caso de un paquistaní que tras un cursillo de formación, llevaba un mes como peluquero. Pero este era licenciado en químicas en Marruecos.  Estaba a la espera de una convalidación  en España, la cual veía imposible. También hacemos especial mención al caso de un paquistaní con formación universitaria que trabajaba en su país de peluquero para pagarse la universidad. Y al venir aquí, dejaba atrás cualquier posibilidad de dedicarse a su carrera para hacerlo exclusivamente a la peluquería Harve, ubicada en la calle Sant Pau.

-         ¿ Podríamos decir que los inmigrantes que salen de su país de origen, son aquellos con una buena formación detrás y que por lo tanto conocen la realidad de otros países?.

 

La actividad del negocio

 

En cuanto a los horarios trabajan normalmente ocho horas al día. Sin cerrar, en la mayoría de casos, al mediodía. ( Paseando por allí, se nos hizo la hora de comer  y en muchas peluquerías fuimos a esa hora. Mientras incluso los dueños comían nos atendieron. No cierran, sólo descansan para comer. Mientras la peluquería sigue abierta. A nosotras nos dejaron entrar.- ¿Por qué no lo hubiesen hecho con un cliente?)

 

De las 9:00h a las 8:00 h, es el horario establecido en las peluquerías donde el propietario es español. En estas hay un turno de trabajo entre dos empleados.

En la de Santo Domingo donde trabajaban tres mujeres se van cambiando los turnos entre ellas, durante las ocho horas que tienen abierto.

A grandes trechos decir que los turnos de trabajo que hay, se van combinando entre los empleados que hay en el local, ya sean miembros de la familia o en el caso de los que sólo hay un empleado. Es él mismo, el que se encarga de toda la jornada laboral.

 

El servicio técnico de la peluquería en la mayoría de los casos lo arreglan ellos mismos o los familiares. Sino a diferentes empresas que ofrecen este tipo de servicio.

Las revistas que los clientes pueden leer en estos establecimientos (si tienen) proceden de España y no están demasiado actualizadas. Por no decir que son revistas tal vez del año pasado. Los productos que utilizan también proceden de proveedores españoles.

Sólo en un caso, en la peluquería Amal de Argelia pudimos observar que tenían revistas árabes y música de su país.

 

Respecto a los clientes cabe decir que al preguntar a los trabajadores qué tipo de gente iba, contestaron que de todas partes y lugares. (El público catalan es muy abierto afirmaban algunos)

Pero es evidente, que dadas las condiciones que ofrecían y el tipo de peinados sólo recibían clientes de su misma nacionalidad.
 

 

La peluquería Afro confort, destinada en su totalidad a africanos y la peluquería Oshun, sólo a clientes marroquíes según sus propietarios.
 

 

En nuestro recorrido también hicimos referencia al lugar de residencia de los empleados, aunque sólo nos respondieron catorce. De estos, 10 tenían la vivienda fuera del barrio y cuatro dentro.

 

 

Los que vivían dentro afirmaban sentirse seguros en el barrio. Sólo uno de los que nos contestó, afirmó sentirse inseguro, en el barrio. Se trataba de un español que había trabajado como tornero-albañil y ya llevaba 34 años en la peluquería serrano, a pesar de todo se sentía inseguro.

La mayoría tenían pensado mantenerle negocio hasta que funcionase, proporcionando la educación a sus hijos en España.

0 comentarios